Actualmente, Veracruz atraviesa un momento crítico. Todo comenzó el 9 de octubre del presente año y aún no tiene un fin aparente, pues hasta la fecha se reportan más personas fallecidas, heridas, desaparecidas y con pérdidas materiales de cientos o quizá millones de pesos.
Como se mencionó antes, todo se originó el 9 de octubre, cuando una vaguada —perturbación atmosférica que genera condiciones inestables— sobre el Golfo de México, junto con la depresión tropical 90E, provocó lluvias intensas en el norte de Veracruz.
Incluso Ciudad Juárez fue alcanzada por las lluvias, afectando a gran parte de la ciudad y a cientos de familias.
Sin embargo, los daños no se comparan con la situación en Veracruz. El 10 de octubre, las precipitaciones aumentaron y el río Cazones se desbordó.
Las inundaciones comenzaron alrededor de las 5:30 de la madrugada, llegando a colonias de Poza Rica, Tihuatlán y Papantla, lo que impidió que muchas familias pudieran evacuar a tiempo.
Al amanecer, gran parte de Poza Rica estaba bajo siete metros de agua, por lo que las autoridades declararon estado de emergencia en la región.
El Plan Nacional DN-III se implementó, pero después de 48 horas de operativo se reportó un saldo de 29 personas fallecidas.
A pesar de ello, la población no se rindió. Se establecieron puntos de traslado aéreo, distribución de alimentos y agua, y se ofreció ayuda humanitaria a las personas afectadas, lo que ha permitido que la situación mejore lentamente.
Redacción: Huitron Torres Mateo / Reportero Júnior
Fotografia: UNOTV.com

